INCOMODA

No me incomoda pensar en tus ojos

Y tocarte hasta al fondo de tu timidez,

Esa que tanto aparentas

Y yo que pensaba que tu voz era transparente

Me mantengo pensando en versiones distintas

En remedios, en tu basto diccionario de caricias

Maldito remordimiento.

Sigue sin incomodarme

No es tanto la desgracia

Pero si el desgraciado -sabor de tu boca

Que me mantiene adicta al perfume de tu ropa

A la voz que no veía y que hoy se mantiene intacta en mis venas

Y si me incomoda, verte al revés

En esa forma, en la que no eres de nadie

No eres nada, y no puedes serlo

Aun  cuando mi piel te pertenece.

Sigo en la espera de la última mirada

Del primer beso, de la primera pelea,

De las mañanas entre tus cejas,

De tus manos en mis piernas, del sexo en tu cama,

En la mía, en la cocina, en el baño, en la piscina,

En el infierno, en el cielo, en ningún lugar.

De tus problemas haciéndose mios.

Y no me incomoda que no lo sepa

Pero si que los demás se abstengan de querer mirar

Que no me dejen tocar tus labios cada vez que te ries

Tocar tu espalda mientras te vistes.

Refugiarme en tus canciones,

No me incomoda.

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